martes, 10 de mayo de 2016

Lo que el viento nos trajo

Constancia,
desdén de la ignorancia,
implacable ansia de precariedad
y colmo de la fragancia atragantada en tal des-gracia .
El cambio y su falacia me aterran
pues la irreal mutabilidad
me estremece.
Fúndase el vaivén en la ciénaga
De los que imbéciles,
Pues toman por simple
Lo que la vida
Les muestra.

Y es tuya, no la quiero. Quédate con mi racionalidad, que de nada me sirve en este mundo colapsado. No cabe la inteligencia en la esencia de este presente ilógico, por lo que de mi mente reniego.
Expulso del síncope de mi oreja
A toda realidad compleja
Que trate de disuadirme
De morir en vida.
Desterrada pues,
El alma del poeta se halla
Cubierta de alhelíes
Y tornada decrépita vida.
Y qué si la sangre corre. Y qué importa si los siglos se van. A quién le interesa la dignidad. Que se joda la prisa.  


Sueño del Rey holandés

En el desparpajo de verano de una ninfa sin disfraz, se halló el hombre sin clara idea de entender el por qué de aquel murmullo. No se coronó rey, sino que se mandó a construir veinte mil bustos por honor a su grandeza. Nervioso confesó al pueblo que su cabellera no era dorada sino negra, y la doncella que escuchó se desmoronó contra el techo. No supondría nada aquel insulto, si los insulsos burgueses entretuvieran sus (lo que esta entre las orejas) para olvidarse de la bebida. Y vio la vida, el niño entre aquel público, en los ojos del tuerto llamado a verse desquiciado por olvidarse del quehacer. Satisfecho ya, el descorazonado Rey de los olvidados se postró sin pausa a los calcetines, montones de motines, por temer, de nuevo, ser juzgado ante los penitentes. Desde aquel tiempo, ya presente en el futuro, se acude a diario a casa del sexagenario, partido ya por la mitad de su memoria.


Comenzó, entonces, a desbordarse el canal. Se derramaron por las calles adoquinadas, y no quedó acera, las gotas de aguas antes contenidas por muros.  Se adueñaron de la tierra que el hombre se adjudicó, y por la misma lógica, se expropiaron el suelo. Dantesca escena de olor holandés, aquella en la que las hediondas aguas limpiaron las heces de los hombres. Se deshicieron de cada uno de aquellos ídolos caídos, postrados ya al climaterio de su mandato, y que permanecían reacios en esta realidad. No quedó nada, ni gota de arena, ni pedazo de sal, pues todo abandonó su existencia visual. Se enmudecieron las imágenes de aquella enérgica ciudad,  y hasta los verdes humos se ahogaron sin reparar en ello.

lunes, 9 de mayo de 2016

Absurda confesión primaveral

Por la mañana
no tengo apetito
y no sé por qué.

Lo mejor es desayunar
libros con manteca
y palabras dulces o amargas.

Desayunar el juego
de la vida con trampas
y azúcar morena.

...

Algún día seré
un viejo de puerto
con sabor a sal, con arrugas
                              en todo mi cuerpo
y muchas cicatrices
que llorarán por mi.

Maté a la memoria,
pegándole un tiro,
la bala fue a su espalda,
atravesó su cuerpo,
y creí verla morir para siempre.

...

Una llamada, una llamada...
Un sueño desenterrado,
río de lágrimas felices,
lágrimas que ríen.

...

Besar la cara de una moneda,
besar la cruz de otra moneda,
besar el horror, acariciar el abismo
con manos ciegas y pobres,
enterrar el vacío bajo las tierras
de una ficticia grandeza.

...

Gritando la lluvia
me despierta en un hospital,
después de tertuliar
con las piedras
y desmayos con las nubes,
bebo el aire de la honestidad
y me emborracho de mentiras,
me ahogo en la imaginación,
me meo en la embriaguez,
y me veo encima,
encima de la nada,
nada me sostiene en pie.

...

Hipnotizado por el caleidoscopio
del miedo, hipnotizado
por una felicidad amarga
como la noche,
y en ocasiones tengo sed
de sufrimiento astral,
un sufrimiento de cuerpo y alma.



Desde la niñez a la juventud,
muchos de nosotros,

buscamos el juego
                       con la muerte.

...


¿Quién me despierta cuando en mi pensamiento
solo existe el tormento, quién me llama
cuando duermo y me habla al oído
                                             de la locura?

¿Quién me dirá que estoy despierto,
quién me dirá que estoy muerto o vivo,
acaso hay alguien al final del pasillo,
acaso una huella es más que un sueño
                                              crucificado?




Me despierto a la medía noche
y mi alma grita;

¡Despertad!
¡Hagamos de la noche
un templo de pecados!

...

Para qué crear las obras de arte,
si podemos soñarlas.
                           " Pier Paolo Pasolini "

...

Mi alma jamás duerme,

jamás se encerró...

Mi alma llora,
mi alma muerde la punta
de los rayos de sol.


Jamás volverá
a su mundo...
Jamás volverá
al río de sangre...


Lleno de Romances, Fugas
                                    y Desdichas.
En una cesta dejaron
mi alma unos seres desconocidos.


Deberías hacer como yo hago,
ser un maldito, o mejor aun no ser.


...

Pierdo el viento
en mis manos.

En ocasiones
las palabras pueden
llegar a ser egoístas.


Los murciélagos


dudan...





FIN

domingo, 8 de mayo de 2016

Junto a estas melodías lánguidas,
donde el delfín toca su clarinete bajo
flotando junto a las moscas de mi pequeño vertedero
me veo a mi mismo
reflejado en un charco de orine que hay en el suelo.
Las moscas me incitan
a tirarme de cabeza,
como el padre que enseña a decir puta a su hijo,
para regocijarme con ellas
en el estiércol divino:
el omnipresente Dios me mira
a los ojos
a traves de mi cagada.
Entonces pasa una mujer,
va dibujando la silueta
con la lengua de su rostro,
y miles de parásitos acuden a la función,
mirando con esos ojos hexagonales
los restos pegajosos de sus lagrimas
en su líquido premenstrual.

sábado, 23 de abril de 2016

Romance, fuga y desdicha

I
El espacio es el lugar
Una cascada del silencio sobre la sabana
Los sueños se los lleva el río
Sube la marea junto a la luna llena
La arena se declara culpable
La arena junto a la nieve
Y botellas vacías en la orilla del lago
Los búhos nos miran y nos cuentan
que el espacio es el lugar...
Mientras las estrellas caen con pesadez,
En nuestros ojos cansados.

II
La pesadez del plomo
En la palma de mi mano
La moneda oxidada por la mano del hombre...
Las bestias que no callan
El viento susurrando
Un nombre olvidado
Un secreto del espantapájaros
Los murciélagos caen de los cielos
A lo profundo del infierno...
Pues bien yo creo ser uno de ellos
En ocasiones me pregunto
Si las mujeres son mágicas.

II
Ángeles y demonios por doquier
En Santa Paul Del Mal
En Ocata y Mataró

Cuando lloro estoy más cerca
Del tren que me lleva a tu rostro
Frente al lago de las pasiones
Leyendo la suave lectura en tus pupilas
El lenguaje de los demonios y ángeles
El espacio esta lleno de nosotros
Y nosotros estamos llenos del espacio.



viernes, 22 de abril de 2016

Alzeimer

Ahora,
mi familia
está en una nebulosa
de cuentos que no he visto
e imágenes que nunca he escuchado.

Es curioso.
La mente,
en su más álgido intento
de entenderlo todo
se da de cabezazos
contra el congelador descongelado,
lo abre,
y se vuelve una niña
glotona y caprichosa:
Cantando coplas,
contando con los dedos
los segundos del mí...
ese instante peligroso
me asusta,
y me asusta la forma en que ha viajado fuera de mí.

Y yo,
resignado,
caminando con paso arrastrado,
caminando como el muerto que dice sí a la vida sin ataduras ni condiciones.

Y aquí:
en esta pequeña habitación
donde los escarabajos
podrían despertarse descalzos
y tapados con mantas desteñidas.

Y aquí,
muy lejos de ti,
me siento mas cerca
escribiéndote esto
que en mi isla contigo.




                    A Yeya


https://www.youtube.com/watch?v=WQNJKVbhFzM

lunes, 18 de abril de 2016

Me vestiste la mente con frías capaz de indiferencia.

 
Aun así  yo todavía deseo
desnudarte el odio
para verte
tal
y
como
eres.
Indefensa
Postrada en la cama,
imaginando círculos con el dedo,
contándome la historia
de un
tal
Xavier.